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jueves, 25 de julio de 2013

Embarazos interrumpidos


¿Cuán frecuente es y cuáles son las causas que la provocan?
Se llama aborto a la interrupción del embarazo antes de que el feto sea viable. No se sabe exactamente el porcentaje de embarazos que se interrumpen espontáneamente, pero se cree que rondaría de un 10 al 30% aproximadamente. Siempre precede a la expulsión del embarazo la muerte intrauterina, motivo por el cual nos remitiremos a cuales pueden ser las causas de la misma.
La causa más frecuente parece ser una anomalía en el desarrollo del embrión. Según varios investigadores, existe una incidencia del 30% al 60% de embriones con anomalías cromosómicas en todos los embarazos interrumpidos. La causa exacta se desconoce, pero serían anomalías en los estadios más precoces de segmentación del óvulo fecundado o del medio que los rodea.
Se cree que la edad del óvulo o el espermatozoide en el momento de la concepción tendría importancia, ya que si las células germinales (óvulo y espermatozoide) están en período de involución, su vitalidad estaría disminuida. También es importante que el ambiente intrauterino se encuentre en un estado óptimo, ya que debe encargarse de la nutrición del huevo en sus estadios más precoces. Cuando el útero no está preparado hormonalmente en forma adecuada no permite la implantación del embarazo y de lograr implantarse su nutrición será deficiente lo que terminará irremediablemente con su interrupción espontánea.
Existen además factores que alteran el medio intrauterino, como son las infecciones virales o bacterianas (micoplasma, chlamydia, brucelosis, listeriosis), radiaciones, factores químicos o enfermedades crónicas maternas (diabetes descompensada, hipertiroidismo o hipotiroidismo, hipertensión arterial) y deformaciones uterinas (fibromas uterinos). Incluso traumatismos físicos o psíquicos y el estrés pueden ser causa de interrupciones de un embarazo. Aunque es poco frecuente, es importante mencionar la pérdida del embarazo por causa inmunológica, que se produce cuando el organismo materno rechaza al embarazo como a un injerto orgánico.
¿Cuáles son los primeros síntomas de riesgo de interrupción?
La interrupción del embarazo puede ser silenciosa o bien acompañarse de síntomas como la hemorragia genital y dolores cólicos abdominales debidos a contarcciones uterinas. 
• Amenaza de aborto
El cuello del útero no se ha modificado. Se caracteriza por una hemorragia genital de variada cantidad y color, acompañada de dolores cólicos similares a los de una menstruación o más intensos. Es algo muy común, ya que dos de cada diez embarazadas lo presentan en algún momento del primer trimestre del embarazo. Generalmente evoluciona sin consecuencias y se debe consultar con un especialista para su correcto diagnóstico y tratamiento. Si se puede, debe realizarse una ecografía que valore la vitalidad del embrión. Por lo general se trata con medicamentos que relajan el útero para favorecer el proceso de la implantación. Si la complicación no se puede frenar, evoluciona a la etapa siguiente, que ya no tiene tratamiento posible.
• Aborto inevitable
El cuello se ha abierto y el huevo se tacta en su canal. Es la evolución de la etapa previa, que al progresar produce una dilatación del cuello uterino, lo que provoca indefectiblemente la expulsión del saco gestacional. Es un mecanismo similar al del parto pero en menor magnitud. Comienza la hemorragia, luego siguen las contracciones que dilatan el cuello uterino y finalmente la expulsión del producto de la concepción.
• Aborto incompleto
El cuello se ha abierto y se ha eliminado parte del contenido uterino. Se produce cuando la expulsión del embarazo no fue completa, quedando retenidos dentro del útero restos de la placenta o del saco gestacional, provocando una hemorragia genital importante con riesgos de infecciones uterinas. Es fundamental conectarte inmediatamente con un centro médico de emergencias, porque generalmente debe realizarse una intervención quirúrgica (legrado uterino) para evitar mayores complicaciones.
¿Cuál es el tratamiento?
Es importante volver a recalcar que es fundamental la consulta con un médico especialista ante la aparición de alguna hemorragia vaginal o de dolores cólicos en al abdomen en cualquier momento del embarazo. El tratamiento va a depender de que estadio de la enfermedad se encuentra en el momento de la consulta. En la amenaza de aborto por lo general se realiza una ecografía que indique buena vitalidad del embrión y es frecuente que se comience con reposo en cama, se evitan las relaciones sexuales y a veces se acompaña con una medicación relajante uterina que puede ser en base a progesterona o medicamentos úteroinhibidores (isoxuprina, ritodrine, etc…). La evolución particular de cada caso indicará cómo debe continuarse el tratamiento.
Si a pesar del tratamiento instituido la enfermedad evoluciona hacia el aborto espontáneo, va a depender del resultado de la ecografía evaluando si es necesario o no realizar un legrado uterino para evitar otras complicaciones como hemorragias o infecciones.
El aborto espontáneo es una complicación frecuente del embarazo que en la mayoría de los casos, no se repite y como hecho aislado no justifica la realización de estudios especiales. Pero cuando la pérdida de embarazos se repite en una misma mujer, es decir que ingresa en el capítulo denominado aborto habitual, puede estar condicionada por múltiples factores ya descriptos y justifica el estudio de la pareja en profundidad.
¿Cuánto debo esperar para volver a concebir?
Después de la interrupción de un embarazo es aconsejable completar todos los estudios que te solicite tu médico para poder llegar a un diagnóstico para saber cuál fue su causa. Una vez completados y si no es necesario un tratamiento previo a una nueva concepción, puedes reiniciar tu búsqueda después de haber tenido al menos una menstruación normal, que aparece aproximadamente entre los 30 a 40 días posteriores a la expulsión o legrado uterino.

Concejos para un embarazo sano y feliz



Para tener un buen embarazo no sólo hemos de fijarnos en la salud física. Estar sana es fundamental en estos momentos, pero también estar mentalmente tranquila, preparada y feliz. Por ello vamos a dar claves para un embarazo sano y feliz, en el que mente y cuerpo se combinan en armonía para dar la bienvenida a un nuevo miembro en nuestras vidas.

Comer y beber sano durante el embarazo

La dieta ha de ser variada y equilibrada. Lo importante es tomar alimentos ricos en nutrientes y vitaminas como ácido fólico, hierro, calcio y yodo, pero no en grasas. La dieta ha de ser variada a base de verduras, frutas, cereales, lácteos y legumbres, sin olvidar el aporte diario de proteínas de carne y pescado.
Una dieta sana icluye mantener una hidratación correcta. Beber la suficiente agua y leche que nos aporte calcio es fundamental. También podemos tomar zumos, mejor naturales y no azucarados. Por supuesto, olvidémonos de las bebidas alcohólicas y del café.

Tomar los suplementos vitamínicos recomendados

Para complementar una dieta sana el médico nos recomendará determinados complementos vitamínicos que incluyan ácido fólico, junto a otros suplementos vitamínicos y de minerales también beneficiosos para el embarazo, como hierro, yodo, calcio… De este modo ayudamos al feto a desarrollarse adecuadamente evitando carencias que podrían causar complicaciones tanto para el bebé (bajo peso, espina bífida…) como a la madre (anemia, preeclampsia...).


Realizar ejercicio durante el embarazo

Para nuestro bienestar y una ganancia de peso ideal es fundamental realizar ejercicio físico adecuado a nuestro estado. Ya sea nataciónyogacaminarel método pilates...
Mediante la realización de un ejercicio moderado y constante conseguiremos que mejore nuestra condición cardiovascular y muscular y favoreceremos la corrección postural. Todo ello proporcionará a la embarazada una mejor condición física general y le permitirá enfrentarse al trabajo del embarazo y parto con menos riesgos.

Acudir a las visitas médicas

Visitar periódicamente al ginecólogo para hacernos las pruebas correspondientes y obtener una asistencia prenatal adecuada. Así haremos un seguimiento tanto de la salud del bebé como de la nuestra, teniendo la posibilidad de consultar al especialista todas nuestras dudas y temores, así como hablarle de nuestro plan de parto. Las pruebas prenatales nos aportarán tranquilidad, nos ayudarán a “acercarnos” al bebé y con las ecografías tendremos sus primeras imágenes para el recuerdo.

Usar una ropa adecuada

Debemos llevar ropa cómoda (incluidos los zapatos), adecuada al aumento de peso y volumen que experimentamos. Ello ayudará a que la sangre circule mejor, a que nuestros movimientos sean correctos y no forzados y a que la piel se mantenga sana. No se trata de ir vestidas como sacos de patatas, ya que afortunadamente estar embarazada ya no está reñido con ir a la moda, y muchas tiendas venden bonitas prendas premamá. Los tacones pueden esperar, pero sentirnos a gusto y guapas con un “envoltorio” bonito favorece un bienestar psíquico importante en estos momentos.

Mimar nuestra mente durante el embarazo

Si dedicamos tiempo a cuidar nuestro cuerpo, también hemos de guardar tiempo para nuestra relajación y el cuidado de nuestra mente. No sólo el cuerpo está más vulnerable durante el embarazo. Buscar nuestra tranquilidad y hacer ejercicios de relajación en casa nos ayudarán a sentirnos mejor. No hemos de aparcar las actividades que nos gustan como ir al cine, leer, salir al campo, manualidades…

Cuidar nuestra piel

Durante el embarazo es fundamental aplicarnos cremas solares protectoras para evitar las manchas en la piel y las quemaduras. Debido a la acción de las hormonas, la piel de la embarazada sufre alteraciones como la hiperpigmentación. También son importantes las cremas antiestrías, que previenen la aparición de esas cicatrices con el estiramiento de nuestra piel, con especial atención durante los meses finales, cuando la piel se estira a ritmo muy rápido.
Hidratar todo el cuerpo tras el baño o la ducha nos regala un momento de relajación. Los masajes suaves tras el ejercicio nos ayudan a sentirnos mejor. Por supuesto, la hidratación externa hay que complementarla con la interna, bebiendo abundantes líquidos como ya hemos comentado en el punto referido a la nutrición. Todo combinado hará que aumente nuestro bienestar al sentirnos más cuidadas y guapas.

Un buen descanso durante el embarazo

Dormir y descansar lo que nos pida el cuerpo es muy importante. El cansancio y el sueño pueden acompañarnos desde el primer momento como uno de los primeros síntomas de embarazo, y con suerte irán desapareciendo. Pero es más que probable que volvamos a sentirnos muy cansadas y somnolientas en la fase final del embarazo. Es lo que el cuerpo necesita, y debemos escucharlo, descansando en la medida de lo posible, sin olvidarnos de que el ejercicio moderado hará que descansemos y durmamos mejor.

EMBARAZOS DE CUIDADO ESPECIAL

Hay embarazos que, por sus especiales circunstancias, requieren un cuidado y un seguimiento específico. En ellos pueden surgir complicaciones o problemas imprevistos que deben ser atendidos pronta y profesionalmente para evitar colocar a la madre o al bebé en situación de riesgo.

Embarazadas desnutridas

La nutrición de la mujer antes, durante y después del embarazo es fundamental para tener niños sanos. Los requerimientos de nutrientes aumentan considerablemente durante el embarazo y la lactancia. Una mujer que llega desnutrida o se desnutre en el embarazo puede tener complicaciones durante este y el parto. Así como posibilidades de tener un hijo de bajo peso al nacer (menor a 2,500 g). Estos niños tiene más posibilidades de:15
  • crecer y desarrollarse con retraso
  • contraer infecciones y morir (el riesgo aumenta cuanto menor sea el peso del nacido).
  • tener bajas reservas de micronutrientes, lo que puede llevar a enfermedades como la anemia, deficiencia en Zinc o vitamina A, etc.
  • riesgos a desarrollar enfermedades cardíacas, hipertensión, obesidad y diabetes de adultos.

Embarazos en adolescentes

El embarazo en adolescentes puede tener consecuencias adversas para la salud tanto de corto plazo como de largo plazo. En el corto plazo el resultado del embarazo será muy probablemente desfavorable. Una razón es biomédica. La niña adolescente embarazada es más propensa a sufrir toxemia de embarazo y desproporción cefalo-pélvica cuando los huesos de la pelvis no se han desarrollado completamente. y tiene más probabilidades de tener un bebé con bajo peso de nacimiento. Otro tipo de consecuencias a largo plazo son las fístulas obstétricas, que a consecuencia del trabajo de parto prolongado u obstruido, es un orificio entre la vagina y la vejiga o el recto, lo cual causa que la mujer padezca de incontinencia crónica. Este padecimiento afecta a más de dos millones de niñas y mujeres en todo el mundo y se estima que cada año se agregan entre 50.000 y 100.000 nuevos casos.

Las embarazadas adolescentes tienen mayor posibilidad de tener desnutrición y de dar a luz a hijos con bajo peso. Por motivos físicos y sociales:15
  • sus cuerpos aún no están del todo desarrollados, por esto sus necesidades de nutrientes son muy altas durante el embrazo. Además tiene mayores posibilidades de morir durante el embarazo o lactancia que las mujeres mayores. Esto debido principalmente al nivel de pobreza en que viven, que no solo expone a la madre si no también a los hijos. Se observa que la situación de las embarazadas se presentó como compleja y difícil antes, durante y después del nacimiento, esto debido a las carencias económicas. El factor pobreza origina menores oportunidades de educación, educación que disminuiria los embarazoz a temprana edad y en consecuencia la pobreza. Esto debido a que si el embarazo se presenta en condiciones de pobreza tendrá seguramente condiciones económicas y sociales., la repetición intergeneracional del embarazo adolescente puede ser un mecanismo intermediario en la reproducción intergeneracional de la pobreza.
  • algunas niñas temen decir que están embarazadas, y por este motivo retrasan los cuidado prenatales. Algunas niñas son obligadas a dejar la escuela y en algunos casos sus casa, por lo que deben buscar sustento para ellas mismas, y en algunos casos recurren a la prostitución para conseguirlo.

Anemia

El estado de anemia ya existente no es obstáculo para el embarazo: un 20% de las mujeres pueden estar algo anémicas antes de concebir. La forma más común de anemia se debe a la pérdida de sangre durante la menstruación, y es una anemia por deficiencia de hierro (cuando el nivel de hemoglobina es inferior a 12,8 g/100 ml de sangre). Antes de concebir sería conveniente consultar al médico, quien podrá corregir fácilmente la anemia por deficiencia de hierro con un tratamiento específico. También podrá aumentar la ingestión de alimentos ricos en hierro.

Hemorragia preparto

Antes de las 24 semanas, una hemorragia vaginal puede desembocar en aborto. Después, el feto se considera viable, es decir que podría sobrevivir fuera del útero materno. La hemorragia tras las 24 semanas se conoce como hemorragia preparto, y las dos causas principales proceden de la placenta.

Desprendimiento de placenta

Si la placenta se desprende del útero, se producirá hemorragia. La sangre se acumula hasta derramarse por el cuello del útero, y va acompañado de dolor intenso y contracciones uterinas. Se considera una urgencia obstétrica, ya que pone en peligro la vida tanto de la madre como la del feto y solo en casos muy especiales no termina en cesárea de urgencia.

Placenta previa


Cuando la placenta está adherida a la parte inferior de la pared del útero, se denomina placenta previa. Si se encuentra total o parcialmente sobre el cuello uterino, puede resultar peligrosa durante el parto, al provocar hemorragia e interrumpir la circulación sanguínea del feto. El problema se detecta con ultrasonido. Si se produce hemorragia, la ingresarán en el hospital y el niño nacerá mediante cesárea.

jueves, 20 de junio de 2013

Tipos de embarazo

                                               Tipos de embarazo
EMBARAZO INTRAUTERINO: esta clase de embarazo es el convencional o normal, es decir, aquel en donde el feto se implanta en el interior del útero (de ahí su nombre) y crece de manera corriente, sin ningún tipo de alteración o complicación.




EMBARAZO ECTÓPICO
: el vocablo ectópico significa fuera de lugar y hace referencia a aquel embarazo que se produce fuera del útero de la madre. El embrión suele ubicarse en alguno de los canales a través de los cuales el óvulo se dirige al ovario, como las trompas de Falopio. Aunque también puede situarse en el abdomen, el mismo ovario, etc, y no existe la posibilidad de que el niño pueda desarrollarse y sobrevivir en dichas condiciones.




EMBARAZO MOLAR: esta clase de embarazo tiene la particularidad de que el ovulo fue fertilizado de manera anormal. A partir de esto, la placenta crece desproporcionadamente y se transforma en un conjunto de quistes denominado mole hidatidiforme. Como consecuencia el embrión no llega a formarse y no sobrevive.
El embarazo molar debe ser interrumpido apenas se sepa de su existencia.


Existen dos tipos de embarazo molar:
  • Embarazo molar completo: es aquel en el cual no existe normalidad ni en el embrión ni tejido de la placenta. Por otra parte, todos los cromosomas del óvulo pertenecen al padre, cuando lo corriente es que la mitad sean de la madre y la otra mitad provengan del padre.
  • Embarazo molar parcial: aquí la placenta puede presentar signos de normalidad, y el embrión se desarrolla anormalmente. Además, la mitad de los cromosomas provienen de la madre, pero los que pertenecen al padre aparecen en dos grupos. Consecuentemente el feto, en vez de presentar 46 cromosomas,  contiene 69.

Riesgos del embarazo

                                                       
                                   
                                                          RIESGOS DEL EMBARAZO

*Aborto y feto muerto
Un aborto (espontáneo) es la pérdida de un feto por causas naturales antes de las 20 semanas de embarazo. En cambio, se denomina feto muerto a la pérdida del mismo por causas naturales despues de las 20 semanas de embarazo.

*Embarazo ectópico
Un embarazo ectópico (fuera de lugar) es aquel en que el feto se desarrolla fuera del útero, ya sea en la trompa de Falopio, en el canal cervical o en la cavidad pélvica o abdominal.
*Anemias
Las anemias son trastornos en los que el número de glóbulos rojos (eritrocitos) o la cantidad de hemoglobina (la proteína que transporta oxígeno) que éstos contienen se encuentra por debajo de los valores normales.
*Incompatibilidad de Rh
La incompatibilidad de Rh es la incompatibilidad del grupo Rh entre la sangre de la madre y de su feto.
Como resultado de esta anomalía, la mujer puede producir anticuerpos contra los glóbulos rojos (eritrocitos) del feto. Estos anticuerpos ocasionan la destrucción de un número más o menos importante de estas células, produciendo en ocasiones la denominada enfermedad hemolítica del recién nacido, una variedad de anemia.


*Abruptio placentae
La abruptio placentae es el desprendimiento prematuro de la pared uterina de una placenta en posición normal, que se produce durante el embarazo en lugar de después del parto.

*Placenta previa
La placenta previa es la implantación de la placenta en el cuello del útero (la parte interior del útero) o cerca del mismo.
*Vómitos excesivos
El exceso de vómitos durante el embarazo (hiperemesis gravídica), a diferencia del habitual malestar de las mañanas, es la presencia de náuseas y vómitos extremadamente graves que causan deshidratación e inanición.
 

*Preeclampsia y eclampsia
La preeclampsia se caracteriza por presión arterial elevada (hipertensión) acompañada de la eliminación de proteínas por la orina (proteinuria) o de retención de líquidos (edema) que se desarrolla entre la semana 20. del embarazo y el final de la primera semana después del parto. La eclampsia es una forma de preeclampsia más grave que provoca convulsiones o coma.
*Erupciones cutáneas
Algunas erupciones cutáneas ocurren sólo durante el embarazo. Entre ellas se encuentra el herpes gestacional y la urticaria del embarazo.

*Otras: Retardo del Crecimiento Intrauterino (RCIU), Trabajo de Parto Prematuro, Ruptura Prematura de Membranas (RPM), y La Ruptura Prematura de Membranas Pretérmino (RPMP), Diabetes Gestacional, Hipertensión Inducida por el Embarazo, Síndrome HELLP, Sangrado en el Embarazo, la Placenta Previa y el Desprendimiento Normoplacentario (o Abruptio Placentae), Problemas Relacionados con el Líquido Amniótico, el Hidramnio y el Oligohidramnio, Infecciones Maternas y Fetales, Embarazo Prolongado, Trastornos Digestivos y Hepáticos, Embarazo Múltiple, Hemorragia Posparto.
Complicaciones postparto:

Hemorragias
Fiebre
Dolor en el pecho, pantorrillas o muslos
Dolor en las mamas
Dolor en el bajo vientre
Dificultades al orinar
Estado de depresión profunda

Riesgos de la Cesárea:

Según los textos médicos, los riesgos de una operación cesárea son bajos, pero reales. La operación es una cirugía mayor y, comparada con un parto normal, es más peligrosa para la madre. Son mayores los riesgos de otras complicaciones -tales como la infección, hemorragia, coágulos sanguíneos y daño a la vejiga o los intestinos. También se ha sugerido que la cesárea podría privar al bebé de hormonas y otras sustancias liberadas durante el parto
Riesgos del embarazo precoz:

Complicaciones obstétricas.
Deficiente atención médica durante el embarazo, toxemias del embarazo y del parto prematuro.
Anemia.
Desproporción cefalopelvica.
Distocias mecánicas y dinámicas.
Parto prolongado y difícil.
Muerte.
Abortos provocados y sus complicaciones.
Perforaciones uterinas.
Hemorragias.
Infecciones.
Aumento de la morbimortalidad infantil
Prematurez.
Bajo peso al nacer.
Enfermedades congénitas.


Riesgos de embarazo tardío:

*Abortos espontáneos. Aunque ocurre en mujeres de todas las edades durante el primer trimestre de embarazo, la tasa de estos abortos en mujeres de edad más avanzada es mayor que en mujeres más jóvenes.
*Bebés de bajo peso y prematuros. Las madres primerizas mayores de cuarenta tienen más probabilidades de tener un bebé de bajo peso (menos de 2,5 Kg) o prematuro (menos de 37 semanas).
*Trastornos cromosómicos. El más común es el síndrome de Down, una combinación de retraso mental y anomalías físicas causada por la presencia de un cromosoma 21 de más.
A los 25 años, una mujer tiene un riesgo de tener un bebé con Sindrome de Down de 1 en 1250; a los 30 años, un riesgo de 1 en 952; a los 35 años, un riesgo de 1 en 378; a los 40 años, un riesgo de 1 en 106; y a los 45 años, un riesgo de 1 en 30.
Por eso a partir de los 35 años es recomendable realizar pruebas prenatales (amniocentesis o biopsia de vellosidades coriales) para descartar la presencia de síndrome de Down y otras anormalidades cromosómicas. Alrededor del 95% de las mujeres que se realizan estas pruebas no presentan alteraciones fetales.
Riesgos para la mujer:
Trabajo de parto difícil, especialmente si es primigesta (primer bebé).
Parto por cesárea.
Diabetes gestacional.
Hemorragias del III trimestre (por placenta previa o desprendimiento prematuro de placenta).
Preeclampsia e hipertensión arterial.
Riesgos para el feto:
Peso 2500 gr.
Peso 4000 gr.
Aborto espontáneos.
Muerte perinatal.
Anormalidades cromosómicas.

jueves, 6 de junio de 2013

Síntomas de el embarazo

Los síntomas del embarazo, en las primeras semanas, pueden sentirse como un leve malestar. No necesariamente te sientes enferma, pero sí te sientes diferente, como en el inicio de un resfriado o después de un día agotador. Los responsables de este estado general son otros ajustes en tu cuerpo durante el embarazo, como aumento de tu temperatura basal (la temperatura de tu cuerpo descansado, como cuando te despiertas en la mañana), el aumento en tu ritmo cardíaco y baja presión arterial.


Cambios en la apariencia y sensibilidad de tus senos

Tus senos son los primeros en dar señales físicas de los cambios por venir. Desde el inicio de tu embarazo notas que en tus areolas (círculos oscuros que rodean al pezón) aparecen pequeñas erupciones, se ven como espinillas o bolitas que no solían estar allí. Tus senos también se vuelven más sensibles y poco después empiezan a agrandarse y a oscurecerse las areolas.


Leve sangrado
Puedes tener un muy leve sangrado vaginal entre siete y diez días después de la posible fecundación, es decir, de cuando tuviste relaciones sexuales (que causan tus sospechas de embarazo). A diferencia del sangrado que puedes tener al inicio de tu período menstrual, en este caso se trata de unas cuantas gotitas de color rosado o café claro que desaparecen en uno o dos días. El sangrado se da por la implantación del óvulo fecundado en tu útero y no debes preocuparte. Otros sangrados vaginales durante el embarazo sí son causa de alarma, para saber la diferencia te recomendamos el artículo¿Qué hacer cuando hay un sangrado vaginal durante el embarazo?.
Sentido del olfato sensible
Puedes estar embarazada si de repente notas olores que antes pasaban desapercibidos, o si aromas a las que estabas acostumbrada te causan repulsión. Otros sentidos experimentan cambios similares, excepto la visión, que más bien puede empeorar en el embarazo. 

Aumento en tu temperatura basal

Tu temperatura basal (al despertarte) ronda los 36 grados centígrados. Cerca del momento de la ovulación puede aumentar medio grado y mantenerse allí hasta el inicio del próximo ciclo menstrual. Sin embargo, si se mantiene alta más de 18 días, esto puede ser señal de un embarazo. Para utilizar este método debes tener como punto de referencia el control de tu temperatura normal, lo que conoces muy bien si utilizas el el método anticonceptivo de la temperatura basal.

Cansancio
¿De repente estás cansada todo el tiempo y ninguna siesta ni noche de sueño lo resuelven? Sí, este también puede ser un síntoma de embarazo (primeros días). Desde la concepción, tu cuerpo se da a la tarea de iniciar los cambios necesarios para sostener tu embarazo. Además, las hormonas del embarazo hacen de las suyas, en especial la progesterona y la hormona gonadotrofina coriónica.

Náuseas o achaques

Las náuseas en el embarazo suelen empezar hacia el final del primer mes de embarazo, pero algunas mujeres pueden sentir el malestar desde el inicio.

jueves, 30 de mayo de 2013

El embarazo

                                                          Que es el embarazo


El embarazo o gravidez (del latín gravitas) es el período que transcurre entre la implantación en el útero del cigoto, el momento del parto en cuanto a los significativos cambios fisiológicos, metabólicos e incluso morfológicos que se producen en la mujer encaminados a proteger, nutrir y permitir el desarrollo del feto, como la interrupción de los ciclos menstruales, o el aumento del tamaño de las mamas para preparar la lactancia. El término gestación hace referencia a los procesos fisiológicos de crecimiento y desarrollo del feto en el interior del útero materno. En teoría, la gestación es del feto y el embarazo es de la mujer, aunque en la práctica muchas personas utilizan ambos términos como sinónimos.



La fecundación

La fecundación, también llamada concepción, se produce cuando un espermatozoide consigue introducirse en un óvulo u ovocito atravesando su membrana.

Los espermatozoides, atraídos por las substancias que emite el ovocito, atraviesan el cuello del útero, la cavidad uterina y se encuentran con el óvulo en una de las trompas de Falopio, cuyas vellosidades son las encargadas de transportar al óvulo hacia la cavidad uterina. La velocidad con la que el ovocito se mueve a través de la trompa es de 1,22 mm por minuto. Los espermatozoides, por su parte, se desplazan a 2-3 mm por minuto. El tiempo que tarda un espermatozoide en llegar hasta el ovocito es de unos 50 minutos
Después de que el óvulo ha sido fecundado, se transforma en una nueva célula denominada cigoto o célula huevo y comienza a descender por la trompa hacia el útero. Durante ese trayecto se inicia el proceso de la segmentación en el cual las células del cigoto se van dividiendo sucesivamente en 2, 4, 8, 16,... formando una estructura sólida similar en su forma a las moras, denominada por ello mórula.
Al quinto día post fecundación, el embrión, denominado en este estadio blastocito, ha llegado al útero. Entre dos ó cinco días más tarde se produce la implantación del embrión en la membrana uterina (llamada también endometrio), la cual fue preparada durante la fase lútea por la acción de la hormona progesterona para acoger al embrión. Muchas mujeres experimentan durante este proceso lo que se le da el nombre de sangrados de implantación. Otro fenómeno que puede acompañar el proceso de implantación es una bajada de la temperatura basal durante uno o dos días.
Una vez que el blastocito se ha implantado en el endometrio, se desarrolla el saco amniótico que albergará al embrión. El saco amniótico está  lleno de líquido amniótico que amortiguará los posibles golpes que reciba.
Se inicia la formación de la placenta a su alrededor, la cual permitirá alimentar al embrión y retirar y eliminar los productos de desecho, también actuará como barrera defensiva. La comunicación entre la placenta y el embrión se realiza a través del denominado cordón umbilical, por el que pasan dos arterias y una vena.



                          Desarrollo fetal                                            

                                                              

 Mes uno 

Tú bebé es un embrión que consiste en dos capas de células, a partir de las cuales se desarrollarán todos sus órganos y las partes de su cuerpo. 


Mes dos
Tu bebé tiene el tamaño de un frijolito y se está moviendo constantemente. Ya se pueden distinguir sus deditos

                                                                


Mes tres 
Ahora tu bebé mide alrededor de 7 a 8 centímetros de largo (3 pulgadas) y pesa aproximadamente lo mismo que medio plátano. En sus deditos ya se pueden ver sus pequeñas huellas digitales. 

Mes cuatro 
Tu bebé mide más o menos 13 centímetros de largo (5,5 pulgadas) y pesa 140 gramos (5 onzas). Sus huesos están empezando a endurecerse. Y es posible que ya sientas los movimientos de tu bebé
  

Mes cinco 
Las cejas y párpados de tu bebé ya se han formado. Ahora, con las piernas extendidas, ya mide más de 27 centímetros de largo (10,5 pulgadas).
 


Mes seis
 Tu bebé pesa alrededor de 660 gramos (1,5 libras). A medida que vaya engordando, su piel tendrá menos arrugas y se verá más suave.

Mes siete 
Ahora tu bebé mide más de 40 centímetros (15 pulgadas) de largo. Puede abrir y cerrar sus ojos y probablemente puede ver lo que está a su alrededor. 

Mes ocho 
Tu bebé ahora pesa alrededor de 2,2 kilos (4,7 libras). Está empezando a aumentar de peso, y ya se ve más llenito, además sus pulmones están bien desarrollados

Mes nueve 
Tu bebé está a punto de nacer. El bebé promedio pesa un poco más de 3,2 kilos esta semana (7 libras) y mide cerca de 51 centímetros (unas 20 pulgadas).

  
                                                                             El parto
                                                                                                          


INFORMACIÓN TOMADA DE BABY CENTER